R63 - El chico tras la ventana - Miguel Muñoz

 

Hay sombras que te incitan a sentir lo que nunca imaginaste.

Bruno vive en el edificio de enfrente. Nunca han intercambiado palabra alguna, pero se han saludado por la ventana en alguna ocasión. Érik tiene la sensación de que hay algo raro en él, en la forma en que su figura se recorta tras las cortinas a altas horas de la madrugada, como si estuviese acechando, observando.

Pronto, el azar revelará a Érik que no es Bruno el que se deja ver en la ventana. ¿Quién es, entonces, teniendo en cuenta que su vecino vive solo?

Este hallazgo lo llevará a iniciar un viaje en el que no solo encontrará un misterio por resolver, sino también una relación de amor atípica y especial.

Buenos días infinitos, hoy vengo con una novela que me mandó la editorial para reseñar. Esta novela me atrajo primero por el tema LGTB, y segundo porque además tiene algo que me llamaba la atención. 

Es una novela que nos presenta un par de premisas, ¿quién es el chico que hay en la ventana? y ¿por qué duerme con la luz encendida?

Esta novela tiene capítulos cortos dónde vamos conociendo a los dos protagonistas: Bruno y Erik, ya que está contado en primera persona.

Mezcla dos temas importantes: Lo espiritual, la energía que cada uno tenemos y que está a nuestro alrededor y la salud mental, cosas como la obsesión de la limpieza, el tener el control de todo, las inseguridades. 

No conocía al autor y la verdad que escribe muy bien. La historia engancha por si sola, aunque no tiene acción, y es más la historia de dos chicos que tienen que superar muchas cosas para ser felices. 

Me he reído, he llorado, hay momentos de drama, conocerse lentamente y también superar miedos y obsesiones. Está escrita desde el respeto y cariño, con un trasfondo de esa enfermedad mental, como son los TOC. 

Tiene muchas reflexiones, es una novela lenta, como decía. Va avanzando lentamente junto a sus personajes. 

He señalado tres frases que tienen mucho que ver en la historia: 

"—Porque no hay nada malo en ser gay. Y deberías empezar por ahí.

—¿ Y si la gente deja de quererme? 

—Significará que nunca te quisieron de verdad."

"Siempre lo dejo al tiempo. «El tiempo lo cura todo», dicen. 

Lo que no dicen es que, al igual que cura, el tiempo también destruye. Y mata."

"—Da igual que tus padres no estén orgullosos de ti —murmura, con una voz tan suave que parece de terciopelo—. 

Eres tú el que tiene que estar orgulloso de ti mismo."

  Los personajes van avanzando lentamente en esta historia, son muy normales, son dos chavales que con 20 y 22 años, tienen que avanzar en una amistad complicada. 

Protagonistas: 

Bruno, es un muchacho de 22 años, que tiene una obsesión, la limpieza, tiene terror a los gérmenes y lo que puede contraer. También tiene envidia de su vecino. A lo largo de la historia iremos conociendo sus miedos, el amor que siente pero que le cuesta dar el paso, y sobre todo la evolución de la superación de dicho TOC. 

Erik, tiene 20 años, le gusta las fiestas, es extrovertido y además está intentando aprobar las materias de la carrera que está haciendo. Es un chico que tiene muchísimas inseguridades, y tendrá que aprender a dejarlas atrás para avanzar. 

Lo que más me ha gustado: Que aunque no tiene acción, se lee con facilidad. 

Un momento de la historia: Cuando descubren lo que se esconde tras la ventana.  

Lo que menos: Es verdad que al narrar los problemas de los dos personajes, ha habido algún momento que me han estresado. 

En resumen, es una historia que es muy bonita, que se lee con facilidad y veremos que aunque complicado de todo se sale. 100% recomendable. 

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Valoración: 4/5