Irina Beltrán y Rosario Alarcón no tienen nada en común. O eso creían ellas.
Irina es inspectora de policía, firme, directa, con una determinación inquebrantable.
Rosario es una periodista que lleva años sin destacar, sensible, hambrienta de una gran historia.
Son polos opuestos… hasta que aparece un cadáver abandonado en un oscuro callejón de Madrid.
Ambas mujeres harán todo lo posible por descubrir al culpable. Iniciando una investigación que las enfrentará a un asesino en serie y las obligará a adentrarse no solo en el lado más cruel del ser humano, sino también en los rincones más oscuros de sí mismas.
Buenos días infinitos, esta novela la cogí en KU para un reto literario, y la verdad que me sigo enamorando de cómo escribe esta escritora.
El título me llamó poderosamente la atención, la portada no tanto, y la sinopsis hizo que me lo quisiera leer. ¿Os ha pasado lo mismo?
Aquí me he encontrado una historia de crímenes, de trata de blanca, de secuestros, de secretos, de pedofilia, segundas oportunidades y baja autoestima, los peligros de las redes sociales y los jóvenes y de mucho más. Donde la familia no se elige sino que se encuentra.
A veces he notado en ciertas escenas que se me ponían los pelos como escarpias, así que aviso a navegantes que podéis encontrar escenas no aptas para hipersensibles.
Nos encontramos a dos protagonistas muy fuertes y tenaces, por un lado tenemos a Rosario una periodista que parece muy sumisa, tiene un carácter voluble, a veces me da la sensación que va a explotar pero al segundo baja la cabeza y no rechista. Y por otro lado tenemos a Irina, una inspectora con un carácter de mil demonios, todo ocasionado por los traumas que la persiguen de pequeña.
Además de las protagonistas, también tenemos secundarios con fuerza y garra, entre ellos están Cesar, Carlos, Becca, Martina y unos cuantos más.
Es una novela que me ha enganchado desde el principio, que no te deja respirar, con cada giro hace que te enganches más.
Solo tengo un "pero", en toda la historia, desde cierto momento se me hizo predecible y descubrí cosillas que acaban descubriendo al final.
Está narrada desde tres puntos de vista en primera persona, por Rosario, por Irina, y por... por él.
Hay varias moralejas, enseñanzas, llámalo como quieras, sobre los peligros de las redes sociales, los móviles y los jóvenes y su autoestima.
Lo que más me ha gustado, la historia en sí, engancha con facilidad y el tema te hace sumergirte entre sus páginas.
Lo que menos, el momento predecible.
En resumen, es una historia que engancha desde el principio al final, que te llena y que te atrapa, sin duda una historia que merece la pena ser leída. 100% recomendable.
Valoración: 5/5
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