Reseña 105: La chica que susurraba a las vacas (y no estaba loca)

Estimados lectores/as:
Es muy difícil dar una descripción medianamente comprensible -y cuerda- de un libro donde coinciden una chica que habla con vacas, un jugador de fútbol americano con demasiado ego y al que le encanta gritar, una sexagenaria de armas tomar, un rancho texano donde la cordura brilla por su ausencia, unas vacas que actúan como cualquier cosa menos como lo que son...
Entre tanta locura también hay amor de todos los tipos, fraternal, amistoso, pasional, irracional, bovino, equino-bovino, humano-bovino... A gusto del lector, señoras y señores. Ah, sin olvidar tampoco los desengaños de toda índole, las segundas oportunidades, la lucha por conseguir lo que queremos, la superación de las duras situaciones que nos encontramos a lo largo de la vida...
Si nada de esto te ha terminado de convencer o, al contrario, te mueres de ganas de saber qué demonios escribí, prueba a leer la historia de Candela y King. Si te convence, bienvenido/a al club de los Meierianos, y si no es así... ¡A Dios pongo por testigo que un día lo conseguiré! (como comprenderéis hago las cosas a conciencia y esto lo digo con brazo en alto y bolígrafo en ristre, que la zanahoria que me quedaba la puse en la ensalada)
¡Buena lectura!

Esta novela me la cogí de Amazon estando gratis y debo decir que NO me arrepiento de habérmela cogido.

Tanto la portada como la sinopsis y el título fueron los que hicieron que yo me leyese la novela, necesitaba cambiar de aires y con esta historia consigo ese cambio. Sin duda es la novela con la que más me he reído desde hace tiempo.

Hay varias escritoras que la igualan con esos momentos. Debo decir que la gente del metro piensa que estoy loca, me he reído tanto que se me saltaban las lágrimas con las locuras de la protagonista y sus salidas. También he tenido momentos que me he emocionado por cosas que pasan en la historia.

La trama es simple, una joven que es contratada en Texas para curar a ciertos bovinos, pero claro no cuenta con que allí habrá unos hombres muy… interesantes.

Debo reconocer que esta historia tiene puntos como he dicho muy divertidos. He conocido la pluma de esta escritora gracias a esta historia, refrescante, divertida y con muchas emociones. Los piques de los personajes tiene sus puntos, sobre todo son dialécticos. Además  de que ella es española y suelta cada frase que el tejano flipará. Se lee con facilidad y con rapidez. Dura suspiros y con un final cerrado. (Pero pido libro)

Gracias a él he pasado unos días fantásticos, me daba pena dejar de leerlo y por eso me ponía andar leyendo (soy un peligro mientras ando)

Conoceremos a Lola, Carmen y Sara, tres bellas bovinas que son la caña de España, y nunca mejor dicho, son las mejores amigas de nuestra prota ellas la comprenden y ella las comprenden a ellas.

También tenemos a Concha, Lupe y Ramón, creo que de los tres a quien más tengo cariño es a Concha que es capaz de cruzar un océano por su niña. Pero los otros dos no se quedan atrás.

Candela es nuestra protagonista, una joven que puede ayudar a las vacas porque las entiende es como “el susurrador de caballos” pues igual pero en vaquitas. Esta chica tendrá unos piques con King que no veáis. Deslenguada y divertida dará muchos momentos intensos.

King, aquí tenemos al machoman de Texas, jugador de futbol y ranchero ¿qué más podemos pedir? Es cabezota, egocéntrico, cretino entre otros piropos que deseo que conozcáis vosotros.

También estará Rick y Flora. Sobre el primero decir que me cayó mal desde el principio, aunque pido novela de ellos dos, me gustaría leer más. Flora es un encanto de mujer.

Y habrá más personajes pero os dejo que los conozcáis vosotros mismos.

En resumen, “La chica que susurraba a las vacas (y no estaba loca)” es una novela divertida, llena de momentos épicos, emocionantes y sobre todo relajantes. Es para mí la mejor comedia romántica que he leído en estos días.